Sobre “Socialismo renovado” como excusa para no reconstituir partido de vanguardia y entrar al juego de la burguesía

    El texto completo publicado por nuestros amigos de la revista “Viejo Topo” al cual haremos referencia, lo dejaremos al finalizar el análisis del mismo. No podemos negar que si bien es cierto  que «las masas trabajadoras están inmersas en la lucha por Nueva Constitución», tal como lo plantea el equipo editorial de dicha revista, debemos señalar que el error en ellos (los integrantes de Viejo Topo) radica en deshacerse de los compromisos que todo intelectual que se haga llamar marxista-leninista-maoísta tiene para con las masas y ese deber o compromiso es el de enrumbar a las masas trabajadoras hacia el camino de su verdadera emancipación, que no se logrará con un simple cambio de constitución. Esta, si bien es cierto, a lo mucho puede conseguir reformas, los socialistas y comunistas peruanos debemos bregar sobre todo por el cambio de sistema y la construcción de un nuevo orden social, sin restarle importancia a la lucha por la consecución de los derechos inmediatos de los trabajadores en ese proceso. Pero, un cambio de constitución no debe ser el fin supremo ni tampoco el objetivo de nuestras proclamas. Hacer esto, es engañarse y engañar a las masas trabajadoras; deben darle una ojeada a la historia de los cambios de constituciones desde el inicio de República, de las cuales ninguna ha servido para liberar a la clase trabajadora ni para la creación de una auténtica “Nación”, Nación que debió ser creación de la burguesía. ¿Qué nos hace pensar que esta constitución será diferente?, ojo, recalcamos que una nueva constitución no es nada malo si se puede garantizar el logro de algunos derechos o mejoras para los trabajadores, pero no es el fin supremo de los socialistas ni comunistas del Perú ni del mundo —es más bien motivo para educar a las masas y enrumbarlos a la destrucción del viejo orden—, quienes además debemos comprender el principio vigente postulado por Engels sobre el carácter de engaño y de opresión que tiene el proceso electoral burgués.. 

    Para justificar este error, nuestros amigos de “Viejo Topo” afirmarán lo que vienen enfatizando los “izquierdistas” y la línea oportunista de derecha, constituida ya desde la muerte de nuestro Amauta Mariátegui, quienes no son capaces de mover un dedo para forjar el partido de vanguardia, porque son los mismos que lucharon por sabotear dicho partido y desde ya buen tiempo entrar a dar apoyo electorero como si a través del proceso de sufragio se conseguirá la verdadera emancipación de las clases trabajadoras. No deslindar con esta posición y no llamar a forjar el partido de vanguardia, es caer en oportunismo de derecha. 

        «Por eso en esta celebración del 1º de Mayo, Día del Proletariado Internacional, en donde la               tarea suprema del poder no está, de momento, a la orden del día, es necesario reflexionar en                cuáles son los pasos y las tareas políticas de su situación presente».

    Dicen los señores que la «la tarea suprema del poder no está, de momento, a la orden del día(…)», ¿acaso Lenin no enfatizaba que el problema de las clases trabajadoras era el problema de poder?, ¿y acaso el mismo Lenin no planteaba que la tarea suprema era organizar—no esperar— la revolución para la conquista del Poder? 

    Por otro lado, mientras que para nosotros los pasos y las tareas políticas de la situación presente es el de empezar a forjar el partido de vanguardia de las clases trabajadoras, retomando el ideario de nuestro Amauta José Carlos Mariátegui, los amigos de “Viejo Topo” plantean como pasos y tareas políticas lo siguiente: «En el Perú el estado de la cuestión es clara: en tanto el proletariado peruano no reconstruye sus organizaciones -similar problemática ocurre en el mundo- y demás, debe utilizar todas las formas de lucha, entre ellas las formas legales, para avanzar en su propio camino».

    Así pues caen en un oportunismo claro y en la desidia de asumir responsabilidades. Para ellos, mientras el “proletariado” ni “nadie” mueva el dedo para forjar un partido de vanguardia, hay que sumarnos a lo que dice “todo mundo”, cayendo en populismo y a mantener el viejo Estado, porque tampoco ellos moverán un dedo para forjar un partido de vanguardia. Bastaría con hacerles recordar el texto de Lenin que opuso a los mencheviques cuando éstos llamaron al proletariado ruso a la huelga general desarmada en 1905. Lenin no se sumó a lo que decían “muchos”, sino que guio con la línea correcta y pese a que aún no lo escuchaban, puntualizó: “La clase aprenderá de sus errores”. Pero, en este caso no, aquí hay que meternos todos al mismo error y hacer creer que los comunistas hemos conducido a la miseria, la muerte desmedida y a la derrota a las clases trabajadoras. ¿Cuál sería entonces la labor del partido de vanguardia si esta se sumará al populismo de hacer lo que “muchos” llaman a hacer, argumentando nueva situación democrática? Aclaramos, eso no implica dejar de luchar de forma legal por los derechos de las clases trabajadoras del Perú, pero este trabajo está inexorablemente ligado a la forja del partido de vanguardia—en el caso peruano, a la reconstitución de dicho partido. 

    Compartimos con los señores de Viejo Topo que el voto en blanco o nulo jamás fue un principio, que fue una táctica; pero debemos agregar que fue una táctica también llamar únicamente al voto por representantes del partido de Vanguardia que ha forjado sus cuadros y ha luchado codo a codo con las clases trabajadoras para sabotear el parlamento, tal como los soviéticos en la Duma. Cosa que, como ellos mismos claman, no sucede en el Perú actual al no existir un partido de vanguardia de las clases trabajadoras. ¿Entonces por quién llamar a votar? Nosotros llamamos a votar por la memoria de los asesinados en el gobierno genocida fujimontesinista, pero no alzamos las banderas de Perú Libre ni lo pintamos de marxista-leninista o partido de vanguardia como lo hacen ciertos leguleyos, y tampoco señalamos lo que los de Viejo Topo enfatizan: «No es ni puede ser el punto de llegada de la clase obrera, ni del movimiento de vanguardia, una victoria electoral de Perú Libre y Pedro Castillo. Pero sí un punto de apoyo para mayores avances. Los avances hacia un socialismo renovado en donde los derechos colectivos se armonicen con las libertades y los derechos individuales».

     Así, todo el discurso elaborado con fines de justificar sus proclamas en favor de las elecciones burguesas, excusándose de que no haya partido de vanguardia, e incitando solo a luchas “legales” sin priorizar la labor de reconstrucción del partido de vanguardia creado por Mariátegui, nos lleva finalmente a “elecciones” y “socialismo renovado” por parte de nuestros amigos de Viejo Topo (VT). Al muy estilo de la Línea Oportunista de Derecha que llamó a votar por Humala, so pretexto de punto de apoyo para avanzar,  hoy ambos grupos apoyan a la izquierda anti-comunista para lograr dizque avances, sin recordar que en su momento la izquierda ya les echó violentamente de su lado, después de utilizarlos durante la campaña. Así que vemos claramente la engañifa en la palabra de “No es el punto de llegada”, pero es “punto de apoyo para un socialismo renovado” y mientras tanto, en la práctica no mueven ni una sola articulación para llegar a su mencionado “punto de llegada” ¿o piensan hacerlo subiéndose a la maletera de un partido de izquierda tradicional, dentro del juego de la falsa democracia?

    A propósito de ello, no hace mucho que los compañeros de dicha revista lanzaban arrogantemente sus gritos contra Maduro y su socialismo del S. XXI. Sin embargo, hoy para justificar su falta de sacrificio en la reconstitución de un partido de vanguardia, hablan de un “socialismo renovado”. Habrá que preguntarles con qué aguas bañaron al socialismo marxista-leninista-maoísta para renovarlo y quitarle todas las tareas, principios, bases y demás postulados netamente revolucionarios al socialismo marxista u “ortodoxo” como podrían osar llamarlo ellos y dar ese salto dizque cualitativo a un “socialismo renovado” que se forje dentro del juego del sistema neoliberal, con las fuerzas armadas en contra del socialismo y en contra de las clases trabajadoras. La palabra “renovado” añadido al de “socialismo” no puede ser utilizado ni siquiera para justificar la “armonización de derechos y libertades colectivas con las individuales”; sobre esta cuestión, los señores deberían publicitar lo explicado de forma pedagógica por Lenin y Mao en varias de sus obras más conocidas y explicado hasta por Ernesto Che Guevara, sin necesidad de acudir a la falsa monserga de “socialismo renovado”, porque esa armonización de lo colectivo con lo individual es un tema muy bien planteado por los clásicos del marxismo que no necesitaron “renovar” el socialismo científico fundado por Marx-Engels, del modo que lo hacen nuestros “socialistas” de ahora. Aclaración: renovar no es igual que aplicar y superar. 

Finalmente, emplazamos a los compañeros de “Viejo Topo” a hacerse una autocrítica y de ser socialistas netamente marxistas, a asumir responsabilidades de forja de cuadros y del partido de vanguardia, a no separarse de las tareas legadas por nuestro gran amauta José Carlos Mariátegui y trabajar por retomar su ideario y reconstituir su partido. 

Vanguardia 

Peruana

Aquí el texto completo de Viejo Topo:


SALUDEMOS EL 1º DE MAYO, DÍA DEL PROLETARIADO INTERNACIONAL

Escribe: Comité Editorial de Viejo Topo

Sabado, 01 de Mayo del 2021

La contienda de posiciones, en el actual momento político, no excluye a la clase obrera ni a las masas trabajadoras en general: ellas están inmersas en la lucha por el cambio, por Nueva Constitución.

El desarrollo histórico de la clase obrera en el mundo conllevó dar un salto de las luchas puramente reivindicativas o económicas, a la lucha política. Esta última, incluso, implicó crear propias organizaciones para lanzarse a la conquista del poder político.

Por eso en esta celebración del 1º de Mayo, Dia del Proletariado Internacional, en donde la tarea suprema del poder no está, de momento, a la orden del día, es necesario reflexionar en cuáles son los pasos y las tareas políticas de su situación presente.

En el Perú el estado de la cuestión es clara: en tanto el proletariado peruano no reconstruye sus organizaciones -similar problemática ocurre en el mundo- y demás, debe utilizar todas las formas de lucha, entre ellas las formas legales, para avanzar en su propio camino.

El abstencionismo político puede ser una táctica; jamás ha sido un principio.

Hoy celebramos el 1º de Mayo en pleno combate político, en una aguda contienda; donde las distintas clases del pueblo, de manera espontánea, vertebran un frente en apoyo a una alternativa que ofrece cambios de corte democrático y algunos avances sociales sustantivos que el adversario de clase tilda histéricamente de comunismo.

No es ni puede ser el punto de llegada de la clase obrera, ni del movimiento de vanguardia, una victoria electoral de Perú Libre y Pedro Castillo. Pero sí un punto de apoyo para mayores avances. Los avances hacia un socialismo renovado en donde los derechos colectivos se armonicen con las libertades y los derechos individuales.

Esto último, los derechos individuales, los instrumentalizan los grandes burgueses como valor supremo. Pero lo hacen sólo para justificar la expropiación cotidiana y obscena que hacen de las riquezas que crean los millones de trabajadores. Incluso y sobre todo, cuando se padecen calamidades y desgracias como la Covid-19.

Contra aquella grita histérica de la gran burguesía de comunismo y expropiación, la cual repercute en sectores atrasados del pueblo, es necesario responderles a los grandes burgueses y sus secuaces, que son ellos quienes han expropiado y confiscado los bienes nacionales; que se los reparten como botín, y encima los rematan a poderes extranjeros.

Incluso los fondos previsionales, de propiedad de los trabajadores, los emplean las AFP como palanca económica para agigantar sus ganancias y repartir miserias y pérdidas entre los jubilados. La ONP cumple una función similar. La Constitución de 1993 ha cumplido, pues, un papel confiscatorio: La de arrebatarnos las riquezas nacionales; y la de despojar a los trabajadores de beneficios y derechos conquistados.

Este 1º de Mayo nos encuentra padeciendo graves dificultades en medio de una trágica crisis sanitaria: exponencial desocupación por cierre de pequeñas empresas (que crean el 75% del trabajo en el Perú) y aplicación de la llamada "suspensión perfecta" (despido encubierto a favor del gran capital); criminal y racista abandono del trabajador y pequeño productor del campo; mayor precariedad de nuestra vida, pérdida anonadante de seres queridos, deudas que oscurecen nuestro futuro. Ya responderán quienes la desencadenaron, quienes lucran, y quienes gestionaron la lucha contra el Covid-19 con voluntad genocida.

Pero también este 1º de Mayo nos plantea la posibilidad de avanzar. Combatamos en las calles en esta fecha grandiosa y gloriosa. Reflexionemos, hagamos balance de lo hecho. Y mostremos, también, la necesaria sabiduría y sagacidad para ejercer nuestro derecho a escoger algo distinto a lo que nos ofrece el neoliberalismo y su Constitución del 93: vencida, inviable y en descomposición.

Comité Editorial, Viejo Topo

1º de mayo, 2021.

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