Llevar adelante la lucha de clases y Balance electoral 2021

     Los campos se polarizan: izquierda y derecha. Los “comunistas” han dejado de ser comunistas y en vez de aprovechar la pugna electoral, que es parte del juego de la burguesía, han decidido sumarse a “la izquierda” que tambalea, sin definir una posición en pro de las clases trabajadoras, pese a que estas depositan su esperanza en esa izquierda, porque el candidato Pedro Castillo dice provenir de abajo y sin embargo las alianzas que ha tejido incluye al continuismo de Hernando de Soto, el SUTEP-Patria Roja — traidor de las huelgas del magisterio—, MOVADEF que terminó engañando a la clase trabajadora al afirmar que la lucha de clases no tenía camino salvo el proceso electoral y que habían perdido la contienda— sin reconocer sus horrores y asumiendo una Línea Oportunista de Derecha. Bastaría con citar algunas frases del viejo Engels para contradecir lo planteado por el MOVADEF y algunos izquierdistas que utilizan a Marx para ponerse en la cola de dicha organización. 

Hoy, 30 de abril, el Perú se despertó con los nuevos resultados de DATUM, la encuestadora más creíble a la que nuestros izquierdistas y marxistas-leninistas le han dado su fiabilidad y de cuyos resultados ya no pueden deshacerse tan fácilmente. En estos resultados de intención de voto, la brecha entre uno y otro candidato es tan solo del 10%, mientras la indecision y blanco o nulo se aproxima a la intención de voto del primer candidato. Muchos, desde la izquierda, al muy estilo del MOVADEF que suele victimizarse para dar la imagen de heroicidad — heroicidad del pueblo que por cierto mancharon con total descaro — han soltado la monserga de creaciones de grupos Colina organizados por el fujimorato y la CONFIEP, y el uso de explosivos contra las campañas de Perú Libre. Ni una ni otra cosa se ha comprobado ni realizado. Solo se prestan a la vieja campaña sucia tal como lo hace el fujimorato y la derecha peruana recalcitrante, violando así el principio de todo marxista-leninista-maoísta que es el de plantear directamente y con toda la sinceridad del mundo nuestras posturas, principios y objetivos ante las clases trabajadoras. 

Esta campaña sucia fue iniciada por el propio Pedro Castillo, quien se negó a presentar a su equipo técnico y en un juego de absolutismo político, enfatizó que nadie puede hablar de su política en caso llegue a ser presidente de la República. Lo cual, no es socialismo ni democracia, es pues simple autoritarismo que demuestra que el Partido Perú Libre es solo una fachada y que nada puede hacer, que no tiene cuadros forjados realmente, pese a ser una minoría en el congreso. Esto, para nosotros, ha sido la causa del porqué ahora la diferencia es tan solo del 10%. El pueblo no es tonto, el pueblo analiza, el pueblo deduce. Así que decir que la anticampaña jugó en su contra, es falso, porque el pueblo quiere transformación y revolución y esa revolución y esa transformación llevan un nombre: comunismo. El comunismo que nuestros izquierdistas y “marxistas-leninistas” hasta “maoístas” han ayudado, muchos sin darse cuenta, a verlo como algo horroroso. Han perdido bases de apoyo, no por la anticampaña, sino por su propia forma de hacer campaña y muy al estilo de lo que fue la Guerra en los 80’s, al salirse de la línea política correcta, pierden bases de apoyo en lugar de ganarlas. Eso se ve en la contradicción del propio Castillo y la contradicción entre Castillo y los demás miembros de Perú Libre. 

Por otro lado, tenemos a la derecha que ya nada puede ofrecer ni proponer, por lo que juega sucio y recibe el apoyo de cierto sector de la prensa, pero todo el motor militar del Estado la resguarda. Han sido prácticamente 30 años de neoliberalismo que ha afectado de forma negativa a las clases trabajadoras y ha colocado en menor cantidad de manos la ingente riqueza peruana, pues para eso ha sido diseñado el neoliberalismo, porque este a diferencia del liberalismo, tiene más descaro y menos vergüenza para plantear que su sistema no busca la justicia social, ni mucho menos que el hombre viva de su trabajo, sino más bien que unos hombres vivan del trabajo ajeno porque poseen los medios de producción que les legó la “riqueza originaria” que estudió concienzudamente Karl Marx —Leer a Von Misses, a Hayek y ver la lucha teórica emprendida de este último con Keynes—. A esto hay que sumarle la política genocida del fujimorato entre las que se cuenta, represión cruenta contra trabajadores, corrupción de los sindicados, asesinatos masivos, torturas, desapariciones, terrorismo y zozobra, etc. 

Si bien es cierto que en su momento hemos llamado al voto por la memoria y respeto a los Muertos y torturados y por ende, contra el gobierno de Fujimori, eso no significa que hayamos dejado nuestras trincheras como comunistas y sabemos que nuestro deber es seguir bregando por organizar a las clases trabajadoras y forjar adecuadamente una vanguardia del proletariado, siguiendo el camino heredado por nuestro Amauta José Carlos Mariátegui y no tenemos miedo a decirlo, pues tal como dijera Mariátegui, el encarcelamiento o la muerte no son más que accidentes de oficio en el camino, cuyo fin supremo consiste en construir una sociedad mejor que es el socialismo para dar el salto cualitativo hacia el comunismo. 

Dejamos claro: Hacemos un llamado a la intelectualidad, dirigentes y maestros a sumarse a la lucha desde la línea correcta de las clases trabajadoras que emergerá desde abajo y no entrando al ridículo juego de las llamadas fiestas electorales donde solo nos obligan a escoger a nuestro nuevo representante opresor. Y tal como dijera Lenin: 

¡Salvo el poder, todo es ilusión!

¡Todo el poder a los trabajadores organizados!

Dirección Política de Vanguardia Peruana

Lima, 30 de abril del 2021


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