¡Honrar el Manifiesto Comunista!

      Sigue la humanidad forjando su historia, que no es sino la historia de la lucha de clases.  Una verdad universal innegable, sustentada por la misma ciencia y por ende, por el materialismo dialéctico. Los comunistas nos erigimos no sobre las clases oprimidas, sino como parte de estas, como parte “del movimiento proletario” y luchamos por sus intereses políticos, sociales y económicos, asumiendo la tarea inmarcesible de sistematizar su odio de clase y la necesidad de alcanzar una sociedad donde se extinga la opresión del hombre por el hombre. De ahí la importancia y la vigencia que tiene aún el Manifiesto del Partido Comunista, publicado el 21 de febrero de 1848 en Londres, y del cual extraemos como una de las tantas lecciones fundamentales, que «Los comunistas apoyan en todas partes, como se ve, cuantos movimientos revolucionarios se planteen contra el régimen social y político imperante». De esto se desprende la necesidad de describir la realidad objetiva del Perú, tal como lo hicieron los revolucionarios rusos, chinos, vietnamitas, en su momento, para apoyar los movimientos revolucionarios u organizarlos. A su vez, asumimos como vanguardia la ideología del proletariado, que es base y alma del Manifiesto Comunista.   

       El fantasma que recorría solo Europa, ahora también recorre los países del tercer mundo, los cuales se han provisionado de herramientas necesarias, así como han estructurado científicamente el análisis de sus realidades particulares y aplicando el marxismo de forma creadora y heroica, forjaron sus propias políticas de lucha. En el Perú, corresponde la lucha anti-imperialista y contra la semifeudalidad que tiene en atraso la producción del campo, y ha impedido el desarrollo de una democracia burguesa; pero, ha quedado demostrado que las clases trabajadoras, tomando el poder en sus manos, pueden dar el salto cualitativo, terminar las labores que la burguesía no pudo hacer por sus naciones y marchar sin interrupción al sistema socialista. Ese es nuestro camino y no hay otro que sea científico, que ponga solución a la injusticia social campante, a la opresión del hombre por el hombre y a la corrupción, que como ya venimos repitiendo es inherente al sistema. 

    Saludamos los 173 años de la publicación del Manifiesto Comunista, redactado por Marx y Engels, en el que de manera comprensible, lenguaje sencillo, hacen llegar a las clases explotadas la sistematización de una doctrina científica que puede y debe ser usada como arma de emancipación y conquista de la libertad. Por lo dicho, un nuevo sistema es posible, en oposición al viejo sistema liberal y neoliberal que va dando sus coletazos finales en una sucesión de crisis catastróficas.  Hoy, más que nunca, dicho manifiesto golpea contra las clases explotadoras, permanece vigente y es acogida por el corazón de los trabajadores del Perú, América Latina y el mundo. Sigamos marchando con las clases trabajadoras, pues son estas las que hacen la historia. Finalmente, tal como plantearan Marx y Engels, nosotros reafirmamos que «los comunistas no tienen por qué guardar encubiertas sus ideas e intenciones. Abiertamente declaran que sus objetivos sólo pueden alcanzarse derrocando por la violencia todo el orden social existente. Tiemblen, si quieren, las clases gobernantes, ante la perspectiva de una revolución comunista. Los proletarios, con ella, no tienen nada que perder, como no sea sus cadenas. Tienen, en cambio, un mundo entero que ganar. 

¡Proletarios de todos los países, uníos!».

Dirección Política de Vanguardia Peruana. 

Lima 28-02-21